Nacida en Cleveland (1956) es una filósofa y teórica feminista estadounidense, conocida principalmente por su influyente trabajo sobre la performatividad de género. En su libro El género en disputa (1990), desafió las nociones tradicionales de identidad de género, argumentando que el género no es una esencia fija, sino algo que se construye a través de repetidos actos performativos. Esta teoría ha sido clave en los estudios de género y la teoría queer.